Don Pablo...
hay muchas páginas suyas dedicadas a España...
¿Cómo
lo recibieron en España, cuando Ud. llegó allí en 1934?
Pocos
poetas han sido tratados como yo en España.
Encontré una brillante fraternidad de
talentos y un conocimiento pleno
de mi obra.
Y yo, que había sido durante muchos años
martirizado por la incomprensión
de las gentes, por los insultos y la indiferencia maliciosa, drama
de todo
poeta auténtico en nuestros países, me sentí feliz...
España es para mí una gran herida y un
gran amor, y ustedes comprenden
demasiado bien las cosas para aclararlas más.
Pero los españoles debe saber que yo
viví mucho tiempo -los españoles de
estas generaciones que han olvidado ya muchas cosas- y que tomé parte,
dentro de una generación extraordinaria, en las preocupaciones, en
los
deberes y en la poesía de una época. Esa época es para mí fundamental
en mi
vida. Por lo tanto, casi todo lo que he hecho después -casi todo lo
que he
hecho en mi poesía y en mi vida- tiene la gravitación de mi tiempo
de
España...
Al recordar aquella época a mí se me
confunden las cosas en un gran
afecto....