EL REPOSO FINAL (1992)
SANTIAGO 12 de
diciembre de 1992
Diecinueve
años después de su muerte, pudo cumplirse el deseo de Neruda expresado ya en 1950, en
uno de los versos del "Canto General"- para que su cuerpo fuese sepultado en
Isla Negra, frente al mar Pacífico que tanto amó.
Los actos programados para esta ocasión por la Fundación Neruda, tuvieron varias etapas.
En primer lugar, el día viernes 11 de diciembre fueron exhumados de sus tumbas en el
Cementerio General los restos de Pablo y Matilde, y trasladados para un velatorio
ceremonial en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional.
En este lugar, al día siguiente en la mañana, se efectuó una ceremonia oficial, en la
que pronunciaron discursos Juan Agustín Figueroa, Volodia Teitelboim, Jorge Arrate,
Enrique Silva Cimma y un representante de la SECH.
En la tarde del sábado 12, los féretros fueron trasladados a Isla Negra, en donde se
efctuó la ceremonia final, en la que el único orador fue el Presidente de la República,
Patricio Aylwin.
La vida azarosa, bella, batalladora, conflictiva, matizada de viajes y de amores de Pablo
Neruda, no podía terminar de manera convencional. El destino, que a menudo le puso por
delante los más insólitos desafíos, que lo llevó a los lugares más remotos de la
tierra, que lo hizo actor y espectador de hechos históricos de primera magnitud, no le
ahorró al final de sus días una nueva e insólita página.
Neruda fallece el 23 de septiembre de 1973 víctima de un cáncer, pero agobiado por el
dolor de ver a su patria caer en el mismo fatal círculo de odios que él ya presenció un
día en España. Y su funeral -a escasos quince días del Golpe Militar de Pinochet- se
convierte en un acto peligroso, al que no obstante acuden miles de personas, que desafían
la prohibición militar de hacer de este acto una ceremonia pública y de concurrencia
masiva.
No están las condiciones para pensar en algo que no sea una sepultura provisoria. Y Pablo
Neruda es acogido en la sepultura de una familia amiga de Matilde Urrutia. El poeta, que
en la época de la persecusión de González Videla estuvo oculto de casa en casa, acogido
por amigos y camaradas, ahora vuelve a estar de paso y perseguido... aún después de
muerto.
Presiones y temores ponen fin al poco tiempo a esta morada provisoria, y Matilde decide
algo que Neruda sin duda hubiera aprobado: compartirá la misma suerte que sus
hermanos...tendrá un lugar humilde en el muro del cementerio, tendrá un pequeño nicho
con su nombre y tendrá la compañía de los muchos hombres y mujeres que fallecieron en
los trágicos días después del Golpe.
Matilde Urrutia le sobrevivió algunos años, y se hizo del coraje necesario para impedir
que el legado de Neruda fuera dispersado, robado o destruido.
Consiguió dar forma legal a la Fundación Pablo Neruda y se esforzó por hacer publicar
las memorias del poeta y sus libros inéditos de poesía.
El gobierno de Pinochet quiso poner olvido, polvo y tiempo sobre la poesía y el nombre de
Neruda. Entonces... después de restaurada la democracia, sólo entonces se pudo pensar en
cumplir el anhelo del poeta, y llevarlo, como pidió, a descansar para siempre junto al
mar de Isla Negra.
Nota de E.O.B
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EL VIAJERO INMOVIL
Emir Rodríguez Monegal, Edit. Losada, Bs. As. 1966
LAS VIDAS DE PABLO NERUDA
Margarita Aguirre
Edit. Zig-Zag, Santiago, 1967
NERUDA 1904-1936
Jaime Concha. Ed. Universitaria, Stgo. 1972.
NERUDA, VOZ Y UNIVERSO
Mario Ferrero
Ediciones Logos, Santiago, 1988
NERUDA
Volodia Teitelboim
Varias ediciones / La última: 4ª edición revisada y aumentada
Edic. BAT, Santiago, 1991
Logos, Santiago, 1988
NERUDA TOTAL
Eulogio Suárez
Ediciones Systhema, Santiago, 1991
Discurso del Ministro de
Educación, Jorge Arrate Mac Niven, en el
velatorio ceremonial realizado en el Salón de Honor del ex Congreso
Nacional.
Discurso del Presidente de la
Fundación Pablo Neruda, Juan Agustín
Figueroa Y. en el velatorio ceremonial realizado en el Salón de Honor del
ex Congreso Nacional.
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