SIEMPRE
Aunque
los pasos toquen mil años este sitio,
no borrarán la sangre de los que aquí cayeron.
Y no se extinguirá
la hora en que caísteis,
aunque miles de voces crucen este silencio.
La lluvia empapará las piedras de la plaza,
pero no apagará vuestros nombres de fuego.
Mil noches caerán con sus
alas oscuras,
sin destruir el día que esperan estos muertos.
El día que esperamos a
lo largo del mundo
tantos hombres, el día final del sufrimiento.
Un día de justicia conquistada
en la lucha,
y vosotros, hermanos caídos, en silencio,
estaréis con nosotros en ese vasto día
de la lucha final, en ese día inmenso.
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