Neruda y Yo

Pablo de Rokha

III

EL IMPERIO MULAR DE CANTINFLAS

Positivamente, no sé qué decirle a Ud., "Alone" hermano, a fin de diferenciarlo y congratularlo por la última vuelta de carnero; le han lanzado a Ud. a la cara tan tremendas y severas cosas, que un sujeto no desvergonzado cualquiera se hubiera acomodado en un convento, por ejemplo, que es el gran corral secular para expiar los pecados de los beatos arrebañados como Ud., y ateo de confesionario; y lo horrendo es que el negocio se lo complicó "El Imperio Mular de Cantinflas", imperialmente; su compadre Subercaseaux lo estigmatizó de imbécil y le agregó que él no lo consideraba a Ud. como a un señor, sino como a una señora, y él sabe bastante, seguramente de tales y, cuáles asuntos y Juan Uribe Echeverría le dijo que se callase y que tomase el descanso letal de las jubilaciones, escarbándose los mocos del tonto con tongo en la Plaza de Armas, frente a frente a la Catedral, en la cual ejercería la comadrería, alegremente; su amigo Latcham cargóle su gran patada de mula, que, con su compinche, el burro, es la bestia "humana" que patea más horrendo...

Ud. afirma que le dijeron: "apasionado", "violento", "atrabiliario", no, "Alone" Díaz Arrieta, le dijeron ¡idiota! lo cual les bastante distinto, bastante, y el único que lo elogió fue Neruda, y, acaso, le canceló los trescientos pesos aquellos, en el almuerzo de reconciliación que se pegaron, con el poeta enamorado: Neruda, ¡el intelectual nonato.

Además, lo fregado del proceso y "cahuín" aqueste, radica en que a Ud. no le atribuyen errores masculinos, sino errores femeninos, y nadie le dice: "¡burro!" sino: "¡mula!", lo cual me parece injusto... para las mulas. Cuando lo mantearon a Ud., lo patearon de tal manera, que no dejaron sitio para el puntapié final, porque es Ud. una gran masa sangrienta con la pluma metida, como un corcho en aquella parte pudenda, que los que no somos groseros como Ud., que se dirige a Latorre asquerosamente, no nombramos. ¿Cómo lo trato, entonces, yo, a fin de retribuirle la canallada enorme de la "Historia personal de la literatura chilena", si está, "Alone", Ud. yacente, desprestigiado y "pilucho", como la vieja ramera del Mapocho? Porque, me parece que, únicamente, el compadre Pablo, estará más pringado, pateado, aculatado y en descomposición que Ud., pues, ahora, él, con sus caracoles y sus mascarones al hombro, resulta un "propietario" y un "millonario" a pata pelma, según le complace fotografiarse, y como un mono que arrastra las pilchas, con una gran batea de latón, llena de piedras, atada a la acola. Es horrible, Aloncillo", porque resulta la fama grotesca, manchada y manoseada, como bonete de payaso. Y Uds., serían algo tan raro y lamentable como el Gordo y el Flaco de las antiguas películas, debutando en despoblado, lloviendo y atardeciendo, entre limosneros, cogoteros, guachucheros y tristes "corteras" sin clientela, a la orilla de un panteón caído...

Con asombro nacional o con espanto nacional, Neruda lo celebra a Ud., cínicamente, en el instante en que Ud. se revuelca ensillado en el comunismo, insulta las masas heroicas, y, como un monito tití ebrio, se burla, sonriendo, de la heroicidad del Partido, hiere a gentes sufridas y marchitas por el trabajo, y, a la manera de un eunuco feroz, azota a las egregias madres del pueblo...

¿Cómo es posible la cosa macabra de que agachen la cabeza, frente a frente a su agresividad de caballerito de familia, intelectuales de responsabilidades probadas y hombres honestos y aún heroicos, que se han jugado la vida, por la causa de los trabajadores? Aquello es sencillo: entonándole Ud. la palinodia a Pablillo, afuera, en las esferas superficiales, y estando, más que unidos, pegados por adentro. Pero si esto sucede es porque existe un común denominador feliz, entre Ud. y Neruda, (lo cual calla Neruda, y Ud. proclama a todos los vientos, mostrando el pingajo del cordón umbilical de Uds.: el anticomunismo, en Neruda, encubierto, solapado, tenebroso, en Ud., clínico, porque los dos sacan la hilacha de la ojota temperamental en la peleatongo. Masacrado entre compadritos, Ud. se acerca al vate sureño y le alivia la montura, adulándolo. Y él, ahito de aplausos y felicitaciones, como Evita o como Cantinflas, él, que ha paseado sus "amores" por la U.R.S.S. y las Democracias Populares, irrespetuosamente, y habló borracho en Suecia o Noruega, él, que abrió a Perón la Universidad de Chile, le sonríe a Ud. con "Los Versos del Capitán" en el sobaco, y Uds. se reparten el Imperio del "Cantinflerismo". Pero, yo escucho, entonces, ¡qué enorme desgarramiento de huesos de pueblos, y la gran carcajada demoníaca de los explotadores!

Los enchufó "Crepusculario" a la bohemia oportunista y a la "pituquería" ciriminal de los adolescentes, les dio su bendición el pantano de la colonización franco-inglesa, y, a la hora demencial de la copiosa jubilación académica, los dos se atoran riéndose y atragantándose, sentados en la espalda de los pueblos, o unidos o zurcidos en uno y "muertos de risa".

Su "Historia vaginal de la literatura" se la escribió Ud. a Neruda, como lo hizo, desgraciadamente, Teitelboim en el N. 2 de "Aurora". Pero, lo suyo "Alone" es canalla, es inferior, es idiota y torvo, en grado terrible. Ud, ensucia la gran poesía, que es la bandera intelectual de la República, elige todo lo tonto y lo erige como ejemplo solo, reduce, por resentimiento de sujeto con complejo de inferioridad y frustración, el volumen gigante del arte literario de los chilenos, y se ríe como un demente. Y en lo que se refiere al gran pasado, juzga a Ercilla, por ejemplo, con infantilismo y criterio de "cocotte" mimada que se aburre y bosteza entre sus eunucos. No es posible, pues, rebatir sus puntos, de vista, teóricamente, porque no existen tales, sino, agarrar de la solapa de la chaqueta al "snob" impertinente y botarlo a la basura, porque, ¿cómo va una persona con responsabilidad, a plantear problemas estéticos a un carcamal neurasténico, que reacciona, como un gato de prostituta, diciendo: "Fulano y Zutano son antipáticos o hediondos, y sus libros me aburren"?. No. A una lindura así, se le arrima un puntapié en las costillas o una gran paliza de dicterios, y no se le da pelota. Lo estoy haciendo con Ud., Díaz Arrieta. Sin embargo, lo hago con asco y tristeza de tener que descender a la cloaca aristocrática de su actitud, porque Ud., seguramente, ¡como es tonto diablo y tonto pillo, notaría la vertical distancia de vocabulario, que existe entere la "Carta Abierta a Diaz Arrieta" y la Postdata a Floridor Cantinflas" . Es que antaño lo estimó, mi condición humana, como a un enemigo lamentable, pero importante de mediocridades, y, (hogaño, lo desprecio, "Alone", y lo observo, como a un ratón o a un felón de alcantarilla. Su conducta de escritor los sitúa a Ud. y a Neruda en un declive escandaloso, y los dos viejos épodos de la última estrofa de la última estancia del, último velorio, van llorando mundo abajo, y cuchicheando infamias, que les producen cosquillas indecorosas, como la ortiga en la berija de las marranas...

Ud. afirma, "Alone" que no se ha casado, porque se lo ha llevado leyendo, Muy bonito. ¿Acaso pensará lo mismo, decimos, por ejemplo, la novelista y escritora chillaneja Marta Brunet, que me parece que escribe acerca de asuntos coincidentes? La condición lunar del mular Imperio, se derrama en su literatura, y Ud. aplica a la creación ajena, no su criterio, sino su capricho, la sensualidad literaria e infrahumana de Ud., de ustedes, los dos pegados, su capricho y su deseo de placeres, porque Ud. resulta un epicúreo, ligeramente coprolálico, y pornográfico, como el Pablo, que embarró el Salón de Honor universitario, repartiendo en calzoncillos, poemas de Pero Grullo, que hacía suyos, según su costumbre.

La comedia glandular es su régimen, Díaz Arrieta, como el lomo del imbécil es la meseta longitudinal del piojo.

Y lo varonil le da alergia, en la literatura, se entiende, porque parece que Ud. "Alone", quisiera dar una tercera posición a la dimensión de la Belleza, domesticando a los autores, para los salones, en donde cocteles y "delicatessen", enyugan la ira popular y le imponen pellejos de perros contentos. Su crítica no es crítica, es chismografía. Como desprecia a las mujeres y a los trabajadores, mi estilo tiene que hacerle daño a Ud., como una gran agua a los borrachos consuetudinarios, y gustarle mucho y bastante la naturaleza dopada e idealizada de Pablo Neruda, en la cual las cebollas huelen a vaselina perfumada y el vino a cirio. La ternura viril le ofende la insensibilidad, y a mí que soy abuelo de una gran docena de nietos, ha de mirarme Ud. como aun monstruo. Además, un individuo tan caprichoso y tan arbitrario como Ud., no tiene respeto por las grandes memorias, huye de todo lo profundo le inmortal y anhela la escuela de facilidades, que es Neruda, no el eslabón de rigor y de dolor humano, que es quien escribe estas líneas llenas de don acerbo. Estamos en las antípodas, "Alone", en las antípodas, y yo soy lo antagónico de su carácter: entreténgase con Neruda, ¡qué se le parece tanto!

Si el "spleen" le dirige y no estudia, ni posee doctrina, ni ideología, ¿en virtud de qué enjuicia?

Pero, la amistad de él y Pablo Neruda, posee la anormalidad de la amistad encadenada, como perro de rico o como cipayo, entre patrón y peón, y los peones apatronados, usados por el ladrón de tierras o por el cabrón, como matón, gozan del escupo del camarada, ¿acaso por eso tremendo, siempre, se escupen entre Uds.?

Agregue Ud. que lo mismo que Pablo, su obsesión de inferior deviene monomaniaca y Ud. encuentra, de repente, que su cabeza es cabeza de jíbaro, entre sus manos.

Su "Antología" es una colección turbia Me muñecos grotescos, someros y escandalosos de mediocridad, que dan saltitos de conejos, porque a los menos aviesos, o impresionantes, Ud. los castró y los rapo en efigie, como un peluquero de cementerio y los clavó por la pancita con un alfiler de sombrero de señora, en el almohadón de sus intimidades, hiriéndolos, disminuyéndolos, poniéndolos en ridículo canallescamente. Son disminuidos totales, porque Ud. los redujo, "Alone", a la altura de su patología. El mismo Neruda es insignificante en sus páginas, y Ud. le publicó todo lo grotesco, que es bastante, Carlos Pezoa Véliz no se levanta "representado" y Max Jara es un tonadillero de aldea, y no un poeta, limitado y arbitrario en su "Juventud" desmelenada, pero impresionante, y en los versos correctos, ceñidos, maduros de "¿Poesía?", Cruchaga se ve más beato y más roñoso, en su indiscutible talento de imbécil, y Huidobro, a lo Verlaine o a lo Villon, arrodillado, da lástima cuando "Temblor de Cielo" es algo con alto decoro y grande, Barrenechea y Jorge Hübner, dan la nota tórrida, el uno en cómico, el otro en trágico y se merecen la echada a patadas de la astracanada. Tomarlo como objeto de análisis, a Ud., "Alone", es como ponerse a discutir con los piojos, y no matarlos. "Me gusta, no me gusta", es decir, que Ud. adopta frente a, frente la obra de arte, la misma posición que frente a frente a un plato de mollejas o a un guiso de guatitas que daña las úlceras y prefiere: "Jeune Poulle al champagne", como dicen Uds. los franceses. Precisamente, lo chileno le "enferma" a Ud., porque es incapaz de sentirlo o de pensarlo, y su medición destroza la escala de valores de un perrito de solterona. Además, a Ud. le gustan las cosas bonitas y sin retorcimientos de tragedia, como por ejemplo, el pájaro del Trópico que es ruidoso y barroco en la morfología paterna, pero es educadito, como un "gentleman", y no las columnas salomónicas, porque son demasiado descomunales. Coleccionando cajitas de fósforos, vacías, "con tres palitos y un ladrillo", hizo libritos, Ud. y ahora se dedica, como Neruda, a la faena del contentamiento, porque Uds. están felices.

¿Quién pudiera obtener, siquiera la sensación confusa de la literatura de Chile, leyendo sus ensayos?

La malevolencia estéril del envidioso y rencoroso anormal de la literatura, que es Ud., al cual porque le fallan las glándulas, rebaja el poema al tamaño de la pátina de la página psicológica de su ser intimo, y convierte en ramillete de mediocridades falaces y de lugares comunes todo del mundo de la creación estética mayor del Continente, da gravedad a su panfleto; pero, no puedo tomarlo, únicamente, por las consecuencias de la picarda envenenada del ofidio; Ud., "Alone", como el ácaro loco de la sarna, significaría algo por el daño que origina la epidemia, y deberíamos mirarle corno culpable de ser portador u originiador de un virus infernal, como el ratón de las sucias acequias, la peste de bubones o la viruela.

Su arbitrariedad insolente y miserable de Canonigo Sacristán de "El imperio mular de Cantinflas", pondrá una mancha negra entre nosotros.

Ahora, si el cantinflerismo se divide, ello es, únicamente, debido al naufragio total del régimen, reflejándose en los cantinflerianos, y la unanimidad del ataque, es que la imbecilidad suya, "Alone" es sublime: supera las categorías normales. Por eso, yo no lo insulto a Ud., "Alone", lo defino cuando lo llamo imbécil, porque Ud. no insulta a la culebra, cuando la llama culebra. Todos lo llamaron tonto y "protervo", es decir, "canalla", mal pensado, mal intencionado, cobarde, y yo se lo vengo diciendo a Ud. y a ellos, con relación a Ud., desde el año veinte o veintidos o veintitrés, cuando Ud. era un joven imbécil, un imbécil, con porvenir y aún no se producía la simbiosis Alone-Neruda" en "El Imperio Mular de Cantinflas".

"¿Quién se divierte leyendo La Araucana?", dice Ud. "Alone", y Neruda dice que espera que sus lectores se diviertan tanto "leyendo" sus "Odas Elementales", cuanto él se divirtió escribiéndolas; ¡bárbaros!; al par de pitanceros, embaucadores, demagogos y procaces que son Uds. se les derrama la palangana y la burla a la opinión pública es sangrienta.

Irremediablemente, el poeta analfabeto y el crítico fulero, van a dar a la alcantarilla, por los mismos caminos; el análisis resulta vivisección y autopsia; o dicterio medular, o manteo, porque, ¿es posible mantener la serenidad frente a frente a los desmanes de los aventureros que simulan ser Uds.?... No. Ahora, el calificativo rebota en las máscaras y "Alone-Neruda" llorando el espectáculo de las víctimas, al implorar misericordia, dan lástima y engañan con las lágrimas; los histriones ensangrentados conmueven y Uds. se ríen, por debajo; porque es bien difícil castigar la debilidad delincuente, y la hipocresía trabaja a la coartada, disimulándose; son lluviosos bufones golosos, que padecen hambre; el éxito falaz es su bandera, y como el látigo restalla, la clarinada del fusilamiento, alimenta la delincuencia mayor en la literatura, porque los retratos acumulados agrandan la propaganda; he ahí por qué yo empleo un vocabulario de ametralladora con la gran pareja de impostores-charlatanes.

Traigo a juicio a Ud. y a Neruda, y no a una cátedra; pero, lo tremendo es que Uds. no se sacan las máscaras del proselitismo, ni de la filiación aventurera y declaran enmascarados; aunque el ofidio muda el pellejo, en crisis cíclica.

No importa, el látigo de la palabra justa, supera la palabra, y la palabra se convierte en hecho viviente, en cúmulo, en prisión perpetua; ahí Uds. están emparedados, como dos monos cínicos, que poseen la escandalosa y estridente defecadera de la manigua, en paredes de cristal, con fuego ardiendo en los cuatro costados del alma, y á escupo de las generaciones les marca la cara a cachuchazas, no a garrotazos, que requieren, siquiera la hombría del ajusticiado, porque no se da batalla al granuja; y Uds., como cobardes e irresponsables absolutos, mojan las horcas de la historia, con la materia fecal ¡de "Los Desintegrados".

Ud. afirmó, Hernán Díaz Arrieta, que Pablo Neruda le declaró que él no entendía algunas poesías de "Residencia en la Tierra", ni Ud. tampoco, y éste inmenso crimen de simulación con comercialización y traición a las masas, con alevosía, premeditación, demagogia y con engaño atroz de horror, ésta lesión enorme a la literatura y ésta desvergüenza seria, debería liquidar la carrera literaria de Neruda, disgregar a sus parciales literarios y alterar a sus creyentes apasionados, si le quedasen.

Y los que sostienen al robot-poeta, al Frankenstein macabro y desenfadado, al Chaplín-Aeda, estridente y vagabundo trotacalles de todas las formas del "Cuento del Mito" en la literatura, ¿qué actitud adoptan?, ¿son cómplices y encubridores de un delito confesado y declarado hasta la saciedad, o ingenuos arcángeles dolorosamente unánimes de una gran orquesta celestial de "iluminados"?, ¿qué servicio prestará a la causa sagrada de los trabajadores del mundo, este caballero verde o amarillo, que sonríe, y que está haciendo al conjunto social un daño gigante? No responsabilizo a un gran Partido. Acuso a los usufructuarios del "prestigio" (?) de Neruda, a los gallipavos y paniaguados de "Palacio", en "Michoacán" e "Isla Negra", a los juglares desvergonzados que tocan el bombo y los platillos, atragantándose... El pícaro es pícaro, precisamente, porque su comedia se refleja en la audiencia local de los pícaros. Y como Neruda, subsiste del ambiente de orgía y batifondo, con ríos r. vueltos y damajuanas, él es el culpable central, indudablemente, pero, como hito y sujeto de inflación y comercio, está rodeado y circundado de usufructuarios feroces, tan merecedores del enjaulamiento, como el "Maestro" de "El Imperio mular de Cantinflas", y su adlater eclesiástico, Ud. don "Alone Floridor de las letras chilenas, gran chistoso de la pampirolada.

"Por divertimiento": ¿sí?; es perfectamente lógico que Préndez Saldías, por ejemplo, escriba con el objeto de incomodar, porque, con el objeto de incomodar ha paseado su estampo de feliz "Amador", por las vías públicas de Santiago. Pero, ¡un poeta! De manera que nosotros, los sudados y ensangrentados trabajadores intelectuales de la poesía, heridos y empobrecidos por la despiadada explotación literaria del poeta, seríamos unos pobrecitos, con nuestro acerbo y heroico afán de crear las altas formas nuevas., contra las bajas formas viejas, que se derrumban como los muros roñosos de humedad de la sociedad que los engendró antaño, y ellos, "los protervos" nos desplazarían Aquello seria tremendo, pero es mentira.

Avizorando las baterías enemigas, desde el frente de combate nuestro, están los mártires, están los héroes, están los líderes de la literatura universal, a los que Pedro Fernández de Andrada esculpió en contraposición con el simulador, así, en la "Epístola Moral", joya del habla de Cervantes:

"Aquel entre los héroes es contado
Que el premio mereció, no quien le alcanza
Por vanas consecuencias del Estado".
¡"Cuán callada que pasa las montañas,
El aura respirando mansamente
¡Qué gárrula y sonante por las cañas!"

El pseudónimo del anónimo de "Los Versos del Capitán" Neruda (?) allega a la memoria el recuerdo de los "Versos del Capitán" Aldana, (?), el gran soldado y hermano de "la épica social" de España, pero en eso radica la diferencia y "ahí está el detalle", ahí, precisamente: el español fue un gran poeta de la caballería, valeroso y desprendido, y el Neruda ¿es un mal poeta polichinela, con los pantalones abajo y el pingajo de la vanidad arrastrándole? No, nosotros con Esquilo, él bardo colosal de Eleusis, con el Dante, Prior de Florencia, muerto en Rávena, de soledad por la ciudadanía, con Beatriz adentro del corazón del cerebro, con Rabelais, de Chinon, gran profeta desesperado del humor funeral y heroico, con William Shakespeare, que se murió de dolor (por la literatura, en Stratford On Avon, con todo el registro y el espanto del arte en la cabeza, con don Francisco de Quevedo y Villegas, Gómez de padre, el que escribió: "polvo seré, más polvo enamorado"... con el Rimbaud, de Charleville, de las  Ardenas", autor de "Las despiojadoras" y el "Barco Ebrio", con "Maldoror", el Conde "Ducasse" o Lautreamont, que se paseó desnudo por el filo de la navaja del siglo y se derrumbó vestido de domingo al infinito, con Baudelaire y Corbiére y Mallarmé, el segundo de los cuales escribiría:

"Ni tumbas de seis pies, ni ataúdes, ni ratas.
Del tiburón son pasto, y su alma, al quedar sola,
en vez de rezumarse en míseras patatas,
respira en cada ola".

Estamos con ellos, luchando por la verdad política del marxismo, a través de la verdad artística del estilo, claro, sencillo, justo y heroico, pero no baboso, con ellos, eternamente con ellos, y no con Uds.: "Alone"-Neruda.

No escribimos para divertirnos, no, nadie se divierte, tallando el lenguaje social humano con el dolor de, las propias entrañas, como expresión del mundo.

El porcentaje de lectores mayoritario de Neruda, está formado por "pitucos" y por cretinos "apitucados". Pero, hay gentes de base, escasísimas, sí, que aún le creen al vate multimillonario. Y esto es serio, porque yo estoy entero con el ciudadano popular, explotado como yo y, como yo, en rebelión contra sus verdugos y me parece tremendamente doloroso este engaño triste a personas tan honestas. Por eso, digamos la verdad, aunque crujan las columnas. La clase obrera y el proletariado o el campesinado hambriento de pan, de paz, de libertad y de cultura, merecen el respeto valiente y no el adulo. Además, su lector es Ud., "Alone", y esto resulta como si lo leyera mi caballo. Porque Ud. no es que no sea una fiera, que lo es, pero un animal débil y como débil, rencoroso y caprichoso, caprichoso y rencoroso como, un mico con arestín, cahuinero, alharaquiento, bochinchero, en las sacristías de la literatura y la crítica mercurial y simoníaca.

Precisamente, lo que ha llamado a sospechar de Neruda, a cualquiera, es su aplauso incondicional, Díaz Arrieta; Ud. lo arruinó congratulándolo, porque lo desenmascaró, astutamente y a plena conciencia, lo comprometió y lo domesticó para la clase burguesa, mostrando al burgués esencial, que es Pablo Neruda; en este instante el mundo los conoce; y hasta los necios "protervos" o los ingenuos irremediables, comprenden que Uds. trabajan una y misma causa: la causa de la burguesía imperialista; su elogio mata sembrando placer, como la compasión o las drogas heroicas.

Parece que el poeta se hiciera temperamental, como la señora doña María, y el crítico lo mismo: "Alone-Cantinflas". Porque su punto de convergencia da la medida de su condición histeroide-demencial en las dos personalidades de Uds., de tal manera que saltan y brincan como dos chivitos dionisíacos a los cincuenta y a los sesenta o setenta, respectivamente, en los viñedos de la Tragedia. Sois tan felices vosotros, es decir, Uds., que dan ganas profundas de regalarles un emboque, para que se diviertan de manera adolescente. Y, cuando, Ud., "Alone", invita a su compadre al "Ballet" de las "Odas", uno se acuerda del "bikini" de las playas famosas, y los ve danzando la "particular serenidad y felicidad" entre las conchas peladas y los pulpos varados de las bajas mareas. Al espectáculo dominical suyo, el otro, Neruda, añade el baile, "con música de Tchaikowsky", y sonríe el paisaje.

Sí Floridor Callampa, a la manera del aguinaldo de jubileo, quédense, pues, Uds., eternamente con "la alcachofa militar, que, según Ud., "Alone", es tan tierna por dentro y tan fea por fuera, con la "zanahoria de bigotes rubios" y con la coliflor, vestida con pollera o con enaguas de señora, y yo con mi ""terrorismo literario", mi soledad y mis ocupaciones, que ya andan cargadas del fuego colosal de los recuerdos…


Pablo de Rokha: Neruda y Yo. Editorial Multitud, Santiago de Chile, 1955.


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